martes, 28 de octubre de 2014

Un filósofo iraní en prisión y los negacionistas educados

Ayer salió publicada en la sección Manuscritos de La Nación esta nota:

http://www.lanacion.com.ar/1738901-aforismos-contra-la-locura-en-una-prision-irani


en la que cuento la historia del académico Ramin Jahabegloo. El filósofo estaba en el aeropuerto de Teherán una mañana de abril de 2006 cuando cuatro sujetos se lo llevaron por la fuerza. Terminó luego en la prisión de Evin, en donde durante 125 días lo acusaron de liderar una revolución de terciopelo en contra de Mahmoud Ahmadinejad y de trabajar para sus patrones, Israel y EE.UU. En realidad, su mayor descuido había sido escribir una nota para diarios europeos en donde criticaba a Ahmadinejad por su discurso anti Holocausto. Eso, más sus vínculos académicos con varios intelectuales judíos, despertaron sospechas en el gobierno radicalizado de la Revolución Islámica.

Este señor es Ramin Jahabegloo, un pensador especializado en el diálogo entre culturas y partidario de la no violencia que hoy vive en Canadá y que estudió en París.














Este es el link hacia una publicación que hizo un buen resumen de su nuevo libro de memorias: me gusta el título: "No soy un espía, soy un filósofo"


http://chronicle.com/article/I-am-not-a-spy-I-am-a/149089/



Acá, una reseña:

http://www.quillandquire.com/review/time-will-say-nothing-a-philosopher-survives-an-iranian-prison/



Mientras escribía la nota, me puse a investigar cómo estaban las relaciones de Ahmadinejad con algunos presidentes latinoamericanos progresistas, Chávez a la cabeza. Fue entonces que estuve leyendo que mientras Jahabegloo escribía aforismos en cartoncitos para no enloquecer en la cárcel, el presidente iraní le daba a Chávez la mayor distinción de su país "por su lucha contra la miseria y la opresión". Por supuesto, seguramente Chávez ignoraba el episodio, pero no deja de mostrar ciertas contradicciones que los adalides del progresismo regional se junten con sujetos despreciables como Ahmadinejad solo porque comparten el odio hacia el imperio del Norte. Pues bien, para evitarme disgustos innecesarios, obvié el detalle del viajecito del comandante a Teherán y las posteriores visitas del iraní a Latinoamérica. Con lo que no contaba era con que el foro de La Nación se llenara de negacionistas que pretendían explicar que el negacionismo (negar el Holocausto judío) es una tendencia actual en muchos historiadores serios.
Empezó la discusión entre estos sujetos y otros defensores del estado de Israel y opté por dejar de mirar un rato. Por la tarde, la cosa se había encendido: uno de los negacionistas seguía insistiendo con su discurso y al hablar de mí ya se refería a "la periodista judeo israelí". Ahí me saqué y les pedí a los editores de La Nación, colegas con quienes trato seguido, que intervinieran. La respuesta fue inmediata y tomaron las medidas necesarias para evitar que eso siguiera desparramándose.

Acusaciones de kirchneristas, chavistas, antikirchneristas, me las banco: estoy acostumbrada a esos fanatismos. No me gustan, pero hay que convivir. Con antisemitas no convivo ni siquiera en un espacio tipográfico.

Así fue entonces que cerraron el foro con la famosa leyenda de "por tratarse de un tema sensible, cerramos esta nota a los comentarios".


Con negacionistas, ni a la esquina. Son escoria.

lunes, 20 de octubre de 2014

Cuando Dorothy Parker le robó "Lolita" a Nabokov

Leí esta historia el año pasado y me dije que alguna vez iba a contarla. Tiene de todo: misterio, ideas, historia de la literatura, y sobre todo, tiene como protagonistas a dos de los autores que más me gustaron y me gustan en la vida. Tuve la suerte de poder escribirla, salió hoy en Manuscrito, la sección de La Nación. http://www.lanacion.com.ar/1736931-lolita-una-historia-de-traiciones

La nota original es esta
http://www.vulture.com/2013/11/dorothy-parker-and-vladimir-nabokov-lolita.html

La experta en Nabokov Galya Diament desteje esta trama tan atractiva con muchos datos, mucha información. En la biografía de Dorothy Parker escrita por Marion Meade y publicada por Circe, el dato es apenas uno más: ni se menciona a Nabokov. El texto es apenas comentado. Se le da, sí, relevancia al hecho de que DP volvió a escribir en The New Yorker después de mucho tiempo. Nada más. No hay tampoco sorpresa por el cambio de género y registro narrativo.



Por último dejo una foto de Dorothy en los tiempos en que vivía con su caniche Misty en el Volney Hotel del Upper East



Y otra, del glorioso Vladimir N., disfrutando sus mariposas



domingo, 19 de octubre de 2014

Las gemelas Fokkens y la vida íntima de Amsterdam

Hoy salió publicada esta columna que cuenta la historia de dos hermanas que durante más de 50 años ejercieron la prostitución en la zona roja de la capital de Holanda.
Me impresionó el tiempo que estas mujeres estuvieron alquilando sexo y la capacidad para seguir teniendo sentido del humor, algo que se traduce en las entrevistas que dieron a varios diarios del mundo.

Me impresionó también que con el tiempo hayan acentuado su condición de judías.




Estas son las muchachas:






Esta es la nota:

http://www.lanacion.com.ar/1736388-las-fokkens-memoria-de-otros-tiempos-en-la-zona-roja



Y este es el link hacia el trailer del documental "Meet the Fokkens", que cuenta su historia:

https://www.youtube.com/watch?v=WEan54w4Lp8




lunes, 13 de octubre de 2014

En Europa, todos miran hacia el norte

Nuevo espacio mensual en La Vanguardia digital, sitio heredero del periódico socialista fundado por Juan B. Justo. Mi columna va a llamarse Mundo Bonsai, va a salir una vez por mes.

Esta es entonces la primera colaboración:





http://www.lavanguardiadigital.com.ar/opinion/encrucijadas-en-europa-del-norte#.VDwHx50OfF4.twitter





Ellas y el ardor

Me hubiera gustado titular así, con ese dejo nabokoviano mi nota de hoy en Manuscritos, la nueva sección de La Nación. Pero no da, y tal vez esté bien que sea así. Los medios masivos no pueden dejar gente afuera, al menos deben intentar contener a la mayor cantidad posible de personas, atraerlas, es su objetivo.
Lo que me gusta de los medios de gran alcance en audiencia es la posibilidad de hacer conocer causas o hechos que de otro modo no llegan a tanta gente. La nota de hoy es eso. Arranqué pensando que iba a escribir sobre las chicas atacadas con ácido y que iba a linkear eso con algún comentario sobre El desierto y su semilla, la extraordinaria novela de Jorge Barón Biza de 1998, basada en su propia historia familiar. Es más, leí esa novela e hice la reseña para el suplemento cultural de Clarín en su momento. También conocí a Barón Biza un día que vino desde Córdoba a Buenos Aires y me escribió para vernos, agradecido por la reseña. Lo invité a almorzar a Puerto Madero. Para no ir sola, le pedí a Daniel Molina -entonces trabajábamos juntos- que me acompañara. Fue un almuerzo algo triste. Barón Biza estaba en una etapa de abstinencia de alcohol y eso se traduce en cada gesto de una persona. Poco después, se suicidó arrojándose del departamento en que vivía. Otro suicida en su familia, como su padre, su madre, su hermana... En 1964, el padre de Jorge, Raúl Barón Biza, un dandy, un intelectual, un hombre agobiado por sus propios fantasmas, le arrojó un vaso de ácido en el rostro a Clotilde Sabattini, su mujer, mientras discutían el divorcio. Dijo que iba a servirle un whisky y la arruinó para siempre.
La novela de Jorge BB relata el peregrinaje de Eligia por sanatorios del mundo tratando de reconstruir su rostro y su vida. Su hijo la acompaña. Hay diversos planos de la narración que hacen de esta novela algo único; no es apenas un texto autobiográfico de una historia inquietante. Es literatura superior, que hasta inventa una lengua propia.

Dejo aquí una reseña de Los Inrockuptibles, cuando reeditaron la novela

http://www.losinrocks.com/libros/resena-el-desierto-y-su-semilla-de-jorge-baron-biza#.VDvgAmd5NuM

Hubiera querido volver a escribir sobre esta historia, pero la escritura tiene sus propios laberintos y terminé escribiendo sobre mí, sobre aquella vez en que por tres semanas tuve paralizada la mitad de mi cara. Y lo que sentí entonces al ver la mirada de los demás sobre mi rostro anómalo.

Esta es la nota de hoy:

http://www.lanacion.com.ar/1735038-fuego-frente-al-espejo

Esta es una de las fotos de la producción de las chicas víctimas de ataques de la que hablo al principio de la nota:


Aquí va el link hacia una de las páginas web que trabaja de manera militante por este tema:

http://www.stopacidattacks.org/





domingo, 12 de octubre de 2014

Gritos que aún se escuchan en Oslo

La semana pasada, el lunes pasado, se publicó esta nota en una nueva sección del diario La Nación. La sección se llama Manuscrito, es un espacio libre en cuanto a la temática. Reflexiones, opiniones, recuerdos, memorias de todo tipo. Una clase de periodismo con la que me siento cómoda.
Esta nota, sobre el asesino noruego Anders Brevik y la obra de Munch, El grito, fue la primera. Todos los lunes voy a escribir ahí.

Va la nota:
http://www.lanacion.com.ar/1733154-un-grito-que-sigue-oyendose-en-oslo

La foto del asesino



Y una semiselfie en la Galería Nacional de Oslo, con la obra de Munch, alucinante, ahí atrás,


sábado, 11 de octubre de 2014

Una pelea que puede cambiar las reglas de la industria editorial

Hoy en Cultura de La Nación salió publicada esta nota, en la que cuento y analizo la guerra que el gigante Amazon enfrenta en este momento con Hachette y el resto del mundo editorial tradicional.
Lo que salga de este conflicto puede cambiar la foto entera de la industria.





http://www.lanacion.com.ar/1734875-amazon-guepardo-insaciable-la-fiera-que-persigue-al-libro

Un Nobel de la Paz para Malala

Hace dos años escribí esta larga nota sobre la lucha de Malala por la educación para las niñas y la pelea de siglos dada por las mujeres en todo el mundo por el mismo tema. Hoy, los integristas parecen temerle más a una mujer educada que a un ejército bien equipado.
Interesante.
Malala sobrevivió a un ataque a balazos de las bestias del Talibán y sigue pidiendo por las letras para las chicas. Esta vez, no hay reclamos para hacerle al comité Nobel.