lunes, 16 de febrero de 2015

¿Y si Sofía Tolstoi no era taaaan mala como decían?


Leer a Tolstoi, saber de su vida, de sus ideas, ver sus fotos: todo eso lo vengo haciendo hace muchos años, tantos, creo, como los que llevo leyendo a conciencia. Y ahí estaba Sofía (Sonia), su mujer por casi cincuenta años, la que aguantaba sus veleidades y la que pasaba sus manuscritos. Durante años, los discípulos del conde le hicieron fama de bruja, ahora los estudiosos comienzan a desentrañar otra verdad. En medio de todo esto, aparecen novelas de Sofía, que parece que no están nada mal. Una de ellas es su versión de Sonata a Kreutzer, una novela de Tolstoi que la hizo sufrir mucho. Acá va la historia que escribí en el Manuscrito de hoy: http://www.lanacion.com.ar/1768774-la-ultima-estacion-de-sofia-tolstoi




domingo, 15 de febrero de 2015

El humillado Eddy sale del laberinto por arriba



Esta semana estaba terminando mi columna Vidas Prestadas, que sale mensualmente en el suple Enfoques, de La Nación, cuando me topé con una nota sobre Edouard Louis, la revelación literaria francesa del año pasado. Un chico muy joven, sociólogo, autor de la novela "Para acabar con Eddy Bellegueule", que llegará a Argentina pronto publicado por Salamandra. Edouard Louis y Edouard Bellegueule son la misma persona. Eddy vivió su infancia y adolescencia humillado y discriminado por su condición de homosexual en un pueblo pequeño al norte de Francia. Un día huyó del pueblo, de la familia y del determinismo social, a riesgo de ser considerado un traidor.
Escribió esta novela intensa, dura, hermosa, en la que conviven dos lenguas, la de la infancia y la de la cultura:


Y yo dejé el artículo que estaba preparando, me aluciné con esta historia y escribí esta nota: http://www.lanacion.com.ar/1768108-la-infancia-de-eddy-un-punetazo-literario-en-la-boca-del-estomago#comentar.


lunes, 9 de febrero de 2015

El escritor que soñaba en idish




Pocos autores me provocan tanta alegría a la hora de leerlos como Isaac Bashevis Singer. Cada vez que vuelvo a sus libros me emociono, me entusiasmo, me río y me pongo melancólica como con pocas obras. Leí acerca de un nuevo documental enfocado esta vez en sus musas, las mujeres que lo seguían como a un rock star y a las que personalmente elegía como traductoras para pasar sus textos del idish al inglés y me apuré a escribir sobre él http://www.lanacion.com.ar/1766833-musas-para-una-lengua-en-extincion.
Seguramente no será la última vez que lo haga. Es más, tal vez la semana que viene vuelva a escribir sobre Singer. O sobre alguien de su familia que es también un personaje muy interesante.
Lo estoy pensando

lunes, 2 de febrero de 2015

Las hermanas argentinas





Cuando hace unas semanas vi esta foto en el muro de FB de Patricia Walsh, supe que quería escribir sobre esta imagen y sobre esas nenas que están ahí, dándole la mano a su papá, en el bosque de La Plata. Entonces le pedí permiso a Patricia, quien gentilmente me lo dio. Por esos días estaba leyendo el gran libro de Lydia Davis "No puedo ni quiero", una gran traducción de Inés Garland para Eterna Cadencia. En ese conjunto de narraciones hay una que tiene que ver con el tema de las hermanas y que naturalmente se sumó a la historia de las chicas Walsh. Todo se va enhebrando. Aunque no hay señales de esto en mi columna, las hermanas Nisman y su dolor, tan presente por estos días en muchos de nosotros, también sobrevuela la nota, que se puede leer acá:
http://www.lanacion.com.ar/1764981-las-hermanas-argentinas

domingo, 1 de febrero de 2015

Ortega, la desilusión revolucionaria y los negociados

Hace rato que quería escribir sobre el presidente de Nicaragua, Daniel Ortega. Desde las denuncias de su hijastra Zoilamérica por abuso sexual que andaba con ganas de hacerlo. Vengo leyendo bastante sobre él y la situación de su país; pero lo que me encendió fueron unas notas excelentes de Jon Lee Anderson en The New Yorker http://www.newyorker.com/magazine/2014/03/10/the-omandantescanal, en donde el periodista norteamericano le saca punta a la biografía de Ortega y a su faraónico proyecto de construir un canal tres veces más grande que el de Panamá que, según dice, sacará a Nicaragua del atraso y la pobreza. Hasta ahí, megalomanía. El tema es que, sin licitación alguna, concedió el proyecto de 50 mil millones de dólares a un ignoto multimillonario chino. ¿Qué hay detrás? Alguna vez se sabrá. En esta nota http://www.lanacion.com.ar/1764926-daniel-ortega-el-lider-revolucionario-que-abre-negocios-millonarios-y-controvertidos-a-china, hablo sobre ese proyecto, sobre los cambios de conducta del viejo líder revolucionario y también sobre Rosario Murillo, su excéntrica mujer y estratega, también ex guerrillera quien desde hace tiempo hace de vocera del gobierno con su retórica espiritualista.