sábado, 8 de noviembre de 2014

México de duelo: palabras de Toño Malpica




La fiscalía mexicana les dijo ayer a los padres de los 43 estudiantes de magisterio de la Normal de Ayotzinapa desaparecidos en Iguala desde el 26 de septiembre que sus hijos fueron asesinados y que les prendieron fuego. Les dijeron también que hallaron seis bolsas con cenizas y restos humanos. El presidente Peña Nieto habló en una cena de empresarios y solo dijo trivialidades y palabras como "solidaridad" o frases como "investigaremos hasta las últimas consecuencias" o "pagarán su pena dentro de la ley los culpables". O sea, nada. Los papás de los normalistas dicen que sin pruebas sus hijos siguen vivos para ellos. Hay dolor y decepción en México, mucha tristeza, miedo de que todo quede en el vacío, que los poderosos de siempre consigan dejar este episodio trágico en el pasado.
Entre todo lo que se dice, elijo este texto del maravilloso autor mexicano Toño Malpica porque condensa todos los sentimientos que hoy pasan por la cabeza de la gente honorable. "Recordémosle al mundo que el país está lleno de nosotros, no de ellos", dice, entre otras cosas atormentadas y hermosas el autor de muchos de los mejores libros para niños que se escriben en México por estos días.


Odio a mi país. Me quiero largar de aquí. Este país es una mierda...
Frases todas que pululan en las pláticas entre mexicanos desde el día de ayer. En redes y fuera de ellas.
Y la verdad es que las hubiera puesto entrecomilladas si yo mismo no las hubiera pensado también. En algún momento.
Porque así duele. Tanto como para odiar, denostar, renunciar.
Pero hablamos o escribimos sin darnos cuenta de que tal vez eso sea lo más terrible de todo este asunto. Que cedamos ante el horror y consintamos jugar un juego en el que ellos, los verdugos, los responsables, terminarían mirando complacidos desde la tribuna, riéndose de nosotros mientras se pasan entre ellos la bolsa de palomitas. Y eso ya sería el colmo. Así que no les demos el gusto.
Porque ellos seguramente no se dan cuenta pero nosotros tenemos la obligación de advertirlo desde el principio y hacer algo para evitarlo: la raíz del dolor que nos causaron ayer es porque así se siente la aniquilación de la esperanza.
El grito de "Vivos se los llevaron" -ellos no se dan cuenta pero nosotros sí- es un grito de esperanza. Un pronunciamiento ante la bondad posible en el ser humano. Un testimonio de fe en el futuro. Una apuesta por la vida.
Y con su fría comparecencia, ayer el procurador quiso darle el tiro de gracia a nuestra ya maltrecha esperanza.
Pero no le demos el gusto.
Por ahí dicen que es lo último que muere. Yo diría que es lo único que no debería morir. Nunca. Se acaba eso y se acaba todo.
No hay justicia posible para los padres de los 43. Y mucho menos para los 43. Por mucho que ahora el discurso oficial quiera marearnos con ese guión propagandístico del "no descansaremos hasta". Ni siquiera la renuncia del presidente devolvería a las aulas a uno solo de los que hoy son cenizas. Y tristemente esa es la excusa que el señor esgrime para no dejar de subirse a su avioncito y viajar a donde le plazca, entre más lejos de México, mejor.
No hagamos lo mismo.
Recordémosle al mundo que el país está lleno de nosotros, no de ellos. Que el rostro de una persona no es la suciedad de su frente y mejillas, sino la piel que está debajo, que siente y palpita. Mostrémosle al mundo que México es más el verso que la sangre, más la idea que el terror.
Y a ellos...
No les demos el gusto.
A ellos hagámosles ver que, por más que lo intenten, hay cosas que nunca podrán quitarnos.
Nuestro cariño por el país, por ejemplo.
El país, por encima de todo.

martes, 4 de noviembre de 2014

Sembrando cuerpos, desapareciendo estudiantes

Acabo de leer que finalmente detuvieron al ex alcalde de Iguala, en el Estado de Guerrero, México, prófugo junto con su mujer, ambos acusados de haber entregado en connivencia con el narco a los 43 estudiantes de magisterio desparecidos el 26 de septiembre.

http://www.lanacion.com.ar/m1/1741214-mexico-detuvieron-al-ex-alcalde-jose-luis-abarca-y-a-su-mujer-por-la-desaparicion-de-43-estudiantes

http://www.reforma.com/aplicacioneslibre/preacceso/articulo/default.aspx?id=384478&v=6&urlredirect=http://www.reforma.com/aplicaciones/articulo/default.aspx?id=384478&v=6


Hace unos días, esta foto me conmovió mucho:





Pertenece a una marcha que se hizo en el Zócalo, días atrás, cuando se cumplió un mes de la desaparición de los normalistas. Ayer, en la sección Manuscrito del diario La Nación, publiqué esta nota sobre el tema, un episodio escalofriante, que remite a lo peor del pasado argentino y a lo peor de un futuro latinoamericano entretejido con el narcotráfico

http://www.lanacion.com.ar/m1/1740797-que-cosecha-un-pais-cuando-siembra-cuerpos


La educación de las niñas en tiempos de Malala

Hace dos años escribí sobre ella.




Ahora, luego del Nobel de la Paz, volví a hacerlo, pero elegí correrme un poco de la figura de la adolescente paquistaní baleada por militar a favor de la escuela para detenerme en el estado de cosas en el ámbito educativo. Me propuse buscar cifras, datos, estadísticas, como para entender cuánto falta todavía. Las fuentes son todas de organismos y ongs prestigiosas.
Salió esta nota:

http://www.lanacion.com.ar/m1/1739448-malala-un-premio-que-hace-campana