martes, 10 de marzo de 2015

Bienvenidos al club de los impostores




Ah, la mentira. Cómo atrae la mentira, cómo seducen los mentirosos, envuelven con sus engaños y son capaces de atrapar en su falsa telaraña a multitudes o a unos pocos, pero durante mucho tiempo. A veces son pobre gente. A veces pueden ser asesinos.
Hace mucho tiempo escribí sobre el tema para una tapa del viejo suplemento Cultura y Nación, que editábamos con Jorge Halperín y Marcelo Pichon Riviere en Clarín AK, o sea, antes de los Kirchner. La nota era esta:
http://edant.clarin.com/suplementos/cultura/1998/07/12/e-00411d.htm







Ese mismo año volví a escribir sobre una impostura, a propósito de "Iosl Rakover le habla a Dios", un manuscrito supuestamente hallado en el ghetto de Varsovia, pero que en realidad era fake y que tenía una historia increíble detrás, en la que un periodista y escritor llamado Zvi Kolitz tenía mucho, todo, que ver.
La nota fue esta:
http://edant.clarin.com/suplementos/cultura/1998/11/15/e-00411d.htm




Ayer, en la columna que escribo los lunes para la sección Manuscrito, volví a escribir sobre impostores a propósito del nuevo libro del gran autor español Javier Cercas, "El impostor", que cuenta la historia de Enric Marco, un viejo sindicalista que engañó a los españoles durante bastante tiempo y llegó a ser presidente de la asociación de sobrevivientes españoles de los campos de concentración alemanes hasta que en 2005 un historiador descubrió las mentiras. En su libro, Cercas menciona la historia de Jean-Claude Romand, un francés que se hizo pasar por médico e investigador y mantuvo engañada a su familia y amistades hasta que en 1993, cuando todo estaba por descubrirse, mató a sus padres, a su mujer y a sus dos hijos. El francés Emmanuel Carrere escribió un librazo, "El adversario" con esta historia. Durante un tiempo mantuvo una inquietante correspondencia con el asesino.

Aquí, la nota:

http://www.lanacion.com.ar/1774491-el-perturbador-encanto-de-los-impostores




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